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BYU-Pathway Worldwide

Transmisión especial de BYU-Pathway Worldwide para Latinoamérica de habla hispana

September 17, 2023
Presidente Brian K. Ashton: Hermanos y hermanas, bienvenidos a esta transmisión especial de BYU-Pathway Worldwide, con el comité ejecutivo de educación de la iglesia. Me llamo Brian Ashton y soy presidente de BYU-Pathway Worlwide. Élder D. Todd Christofferson, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles y presidente del Comité Ejecutivo de Educación de la Iglesia, preside esta reunión y me ha pedido que la dirija.

Esta noche tenemos el privilegio de reunirnos en la Ciudad de México, es la primera vez que el comité ejecutivo se reúne en una ubicación internacional de BYU-Pathway. Tenemos presentes muchos estudiantes e invitados de BYU-Pathway, con miles más viendo en línea en toda América Latina de habla hispana. Extendemos nuestra más cálida bienvenida a todos ustedes que están viendo esta transmisión histórica. 

Además del élder Christofferson, nos gustaría dar la bienvenida a los otros miembros del comité ejecutivo, incluidos élder Ronald A. Rasband del Cuórum de los Doce Apóstoles, quien sirve como vicepresidente del Comité Ejecutivo. El élder Paul V. Johnson de la presidencia de los Setenta, quien anteriormente prestó servicio como Comisionado del Sistema Educativo de la Iglesia y la presidente Camille N. Johnson, presidente general de la Sociedad de Socorro.

También quisiéramos dar la bienvenida al élder Clark G. Gilbert, Setenta Autoridad General y actual Comisionado del Sistema Educativo de la Iglesia. La presidencia del área México, los élderes, Hugo Montoya, Adrián Ochoa y Sean Douglas, así como el élder Alvin F. Meredith III, Setenta Autoridad General y presidente de BYU-Idaho. Bruce C. Kusch, presidente de Ensign College. Chad H. Webb, administrador de Seminarios e Institutos de Religión y R. Kelly Haws, asistente del Comisionado y secretario del Comité de Educación.

Ahora, tendremos el placer de ver un video preparado especialmente para esta ocasión. Después del video tendremos el honor de escuchar a los oradores de esta noche. En primer lugar, nos complacerá escuchar a la presidenta Camille N. Johnson. La presidenta Johnson fue sostenida como presidenta general de la Sociedad de Socorro el 2 de abril de 2022. Anteriormente sirvió como presidenta general de la primaria.

La presidenta Johnson obtuvo una licenciatura y un título en derecho de la Universidad de Utah, y ejerció la abogacía durante casi 30 años. Ella y su esposo, Douglas, sirvieron como líderes misionales en la misión Perú, Arequipa, de 2016 a 2019. Son padres de tres hijos. Después de sus palabras escucharemos al élder Ronald A. Rasband. El élder Rasband fue llamado al Cuórum de los Doce Apóstoles el 3 de octubre del 2015. Anteriormente prestó servicio como presidente mayor de los 70.

Como consejero de la presidencia del área Europa central, como presidente del área Utah, Salt Lake City y como director ejecutivo del Departamento de Templos. El élder Rasband presidió la misión Nueva York, Nueva York norte, de 1996 a 1999. El élder Rasband asistió a la Universidad de Utah. Fue galardonado con un doctorado honorario en negocios y comercio, de la Universidad de Utah Valley. Él y su esposa, Melanie, son padres de cinco hijos.

El último orador será el élder D. Todd Christofferson. El élder Christofferson fue llamado al Cuórum de los Doce Apóstoles el 5 de abril de 2008. En el momento de su llamamiento estaba sirviendo en la presidencia de los 70. El élder Christofferson sirvió anteriormente como director ejecutivo del Departamento de Historia Familiar y de Historia de la Iglesia, y como presidente del área México sur, aquí en la Ciudad de México.

El élder Christofferson obtuvo su licenciatura de la Universidad Brigham Young y su título de abogado de la Universidad de Duke. Él y su esposa, Katherine, son padres de cinco hijos. Hermanos y hermanas, ahora a diferencia de lo que vemos en la conferencia general, no es común que escuchemos a dos testigos especial del salvador Jesucristo en una noche. A medida que sea más difícil reconocer la verdad, la guía de los profetas y apóstoles será cada vez más crucial para ayudarnos a permanecer cerca del Salvador.

Habiéndome reunido frecuentemente con ellos y habiendo seguido sus consejos en mi propia vida, sé que el élder Christofferson y el élder Rasband son testigos especiales del salvador Jesucristo. Si siguen sus consejos y los del presidente Rusell M. Nelson, se acercarán más al Salvador, hallarán mayor paz y gozo, y podrán resistir mejor a las pruebas y tentaciones que enfrentarán en su propia vida.

Después del élder Christofferson, la última oración será ofrecida por Ulises Alejandro Rivero García, un estudiante de BYU-Pathway, de Toluca, México.

Presidente Camille N. Johnson: Estoy muy feliz de estar con ustedes en la Ciudad de México y en toda la zona de esta transmisión. De tener la oportunidad de hablar con ustedes en mi amado idioma misional. No fui misionera cuando era joven, sin embargo, serví con mi esposo como líder misional en Arequipa, Perú, desde 2016 hasta 2019. Fue allí que aprendí el poco español que sé.

¿Cómo iba yo a aprender español para comunicarme con mis misioneros, la mayoría de los cuales no hablan inglés? Estaba decidida a resolver dos problemas al mismo tiempo. Los misioneros necesitaban aprender inglés para aumentar su capacidad de servir al Señor y bendecir a su familia. Yo necesitaba aprender español para cumplir con mis responsabilidades como líder misional y porque quería comunicarme con mis misioneros a quienes tanto amo.

Así que la misión se convirtió en mi salón de clases. No tenía un tutor, pero tenía misioneros. Mientras mi esposo entrevistaba a un misionero, yo me sentaba en el pasillo con su compañero. Trataba de hablarles en español y les pedía que me hablaran en inglés. Todos usábamos las manos para tratar de darnos a entender. Ellos corrigieron mi español y yo corregía su inglés. Todos cometíamos muchos errores y nos reíamos juntos.

La risa es un idioma universal y todos seguimos intentándolo. Nuestros misioneros estudiaban inglés todos los días como compañerismo y yo seguí trabajando en mi español. Si hubiera esperado a tratar de hablar español hasta sentirme segura de que sabía español, nunca habría aprendido. Así que hablaba con mis misioneros y con mis nuevos amigos peruanos.

Estudié los libros de español que dan a los misioneros en el CCM. Puse Duolingo en mi teléfono y lo usaba todos los días. El español no fue fácil para mí. Cometí muchos errores y a veces eso fue frustrante para mí. Necesito palabras para expresar mis sentimientos, mis ideas y mi amor. Las palabras son mi idioma de amor. Quería estar con mis misioneros, quería llegar a conocerlos y ayudarlos, y servir con ellos. Eso requiere palabras y no sabía muchas palabras en español, pero seguí esforzándome.

Tenía el deseo justo de expresar mi amor por mis misioneros y por el pueblo peruano, y de fortalecerlos en preparación para la segunda venida del Salvador. Incluí al Padre Celestial y a Jesucristo en mi justo deseo, pidiendo ayuda en oración, incluso que el Espíritu fuera que el que enseñara cuando mi español fuera inadecuado. Mis esfuerzos por aprender se combinaron con mis esfuerzos por tener dignidad personal para poder recibir la guía del Espíritu Santo.

¿Fui milagrosamente bendecida con la capacidad de hablar español perfecto? No, ustedes ya se dieron cuenta, pero fui bendecida con la capacidad de comunicar las cosas de mayor importancia. Mi amor por los misioneros y mi testimonio de que el Libro de Mormón es otro testamento de Jesucristo y la Palabra de Dios. Mis misioneros saben que los amo y saben que espero que estudien el Libro de Mormón todos los días. Saben que hacerlo atraerá la ayuda del cielo a su vida.

Fui bendecida exactamente con lo que necesitaba para cumplir la voluntad del Señor en mi vida, como líder misional. El saber algo de español ahora me permite comunicarme con más de mis hermanos y hermanas de todo el mundo. ¿Requirió esfuerzo y dedicación de mi parte el aprender español? Sí. ¿Marcó una diferencia el haber incluido al Salvador en mi esfuerzo por aprender? Definitivamente.

He recibido la bendición de saber que todo lo puedo en Cristo 1 , que me fortalece. Jesucristo es la fortaleza de los alumnos de BYU-Pathway. Testifico que a medida que incluyan al Señor en sus esfuerzos por aprender, él los bendecirá y querrá. Sé que él me ayudó a aprender español, él me ayudó cuando estudiaba en la universidad. El Padre Celestial desea que sus hijas e hijos siempre aprendan por razones temporales y espirituales. La educación aumenta nuestra capacidad de mantenernos a nosotros mismos y de proveer para nuestra familia.

El presidente Dallin H. Oaks dijo que la educación es indispensable para la seguridad y el bienestar personal. 2
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Dallin H. Oaks, “La educación y los Santos de los Últimos Días,” Liahona, April 2009, 28
Sin embargo, el dinero no es la única razón para estudiar. Su ejemplo al elegir instruirse influirá en su posteridad y en su capacidad para ser autosuficientes. Mis abuelas de ambos lados recibieron una licenciatura en educación, obtuvieron su título después de que nacieron sus hijos y empezaron a ir a la escuela. Requirió motivación personal, planificación, y un sacrificio económico a corto plazo para poder pagar la matrícula.

Mi madre también estudió y recibió una licenciatura en enfermería. Estos ejemplos de mujeres fuertes en mi vida, que buscaron un título aun cuando requirió un enorme sacrificio personal, infundieron en mí el deseo y la determinación de obtener una educación y ser autosuficiente. Ustedes darán ese mismo ejemplo a sus compañeros, a su familia, y a su posteridad. Nunca me he arrepentido de haber dedicado tiempo, dinero y energía para recibir una formación académica.

Además, sigo aprendiendo todo lo que puedo acerca del mundo y del Salvador, quien creó el mundo. Parte del curso de aprendizaje de toda la vida es estudiar acerca de Jesucristo, su vida y sus enseñanzas. El Salvador dijo, "Aprende de mí y escucha mis palabras. Camina en la mansedumbre de mi espíritu y en mí tendrás paz." 3 Esa es una gloriosa promesa de paz del Príncipe de paz. Qué bendición es para ustedes combinar sus estudios seculares con el estudio de Dios y sus propósitos.

Aprender es parte de llegar a ser más como el Padre Celestial. La educación incrementa su capacidad de servir al Señor, les faculta para bendecir a los demás, en especial a su familia. Mientras más aprenden más pueden ayudar a edificar el reino de Dios y ser una influencia para el bien en el mundo. Así que los invito, incluso después de que obtengan su título, a que siempre estén aprendiendo. Busquen oportunidades para ensanchar su mente y sus habilidades.

Aprender con la ayuda del espíritu, no es solo para sus estudios de BYU-Pathway, se aplica a todo lo que hacen en el hogar, en la iglesia y en el trabajo. Su inscripción en BYU-Pathway es parte de su avance en el viaje de regreso a casa con nuestro amoroso Padre Celestial. Están llegando a ser más como él. Testifico que el camino a nuestro hogar celestial está disponible gracias a la expiación de Jesucristo.

Mediante la expiación de Jesucristo se nos puede aliviar de la carga y las consecuencias de la debilidad, los errores y el pecado. Además, podemos ser fortalecidos para hacer cosas difíciles como aprender inglés o español, como administrar el tiempo, a cuidar de la familia, cumplir con un llamamiento en la iglesia, trabajar y estudiar, cómo vivir ajustándose al presupuesto.

Testifico que Jesucristo es la fortaleza de los estudiantes de BYU-Pathway. Él los tiene presentes, él los ama, él desea que sean felices. Él ha preparado un camino para que regresen a casa con Él y con nuestro Padre Celestial. Mis queridos amigos, confíen en Él, apóyense en Él, esa es mi oración por ustedes. En el nombre de Jesucristo, amén.

Élder Ronald A. Rasband: Buenas noches, hermanos y hermanas. Estoy agradecido de tener a Alberto aquí a mi lado. Desafortunadamente, no sé hablar su maravilloso idioma. Así que Alberto va a mejorar mis palabras para ustedes en esta noche.

Gracias, hermana Johnson, por su hermoso mensaje. Vi a todas ustedes, hermanas, sonreír de una manera más brillante mientras ella hablaba esta noche. Ella representa a todas las mujeres de la iglesia en todo el mundo y estamos muy agradecidos por ella.

Me siento como un misionero en esta noche. Me siento como el compañero menor en mi misión. Estoy agradecido de estar aquí con mi compañero mayor, el élder Christofferson. Como explicó el hermano Ashton, es muy inusual el tener a dos de nosotros en una misma reunión. Estoy tan ansioso de escucharle, como ustedes lo están. 

Quiero darles la bienvenida a todos ustedes en esta noche a este devocional. Gracias a todos aquí en la Ciudad de México y en todo México. Y a toda Latinoamérica que están viendo esta transmisión. Les amamos y estamos agradecidos de estar con ustedes.

Quiero dar un breve mensaje en esta noche para aquellos de ustedes que están involucrados con Pathway, aquellos que serán futuros miembros de Pathway, las mamás y los papás de aquellos que están en Pathway — básicamente a todos ustedes. Quisiera hablar acerca del salón de clases de Pathway. No hablamos del salón de clases frecuentemente. Pero el salón de clases en el caso de Pathway es su propia casa o en las capillas en las que tal vez ustedes se reúnen para sus gatherings — quiero hablar un poco de la importancia de esos lugares.

Antes de ello, permítanme compartir el antecedente. Se nos ha dicho por profetas antiguos y modernos que vivimos en un tiempo muy especial — Un tiempo desafiante. El apóstol Pablo dijo en segundo de Timoteo, 3, versículo 1, "Esto también debéis saber, que en los postreros vendrán tiempos peligrosos." 4

Nefi también vio nuestro día. En segunda de Nefi, 28, Nefi dice lo siguiente: "Porque aquí, en aquel día, él enfurecerá el corazón de los hijos de los hombres y los agitará la ira contra lo que es bueno.” 5  La palabra que quisiera que ustedes recordaran en esa escritura es la palabra enfurecerá.

Así que de Pablo aprendemos acerca de tiempos peligrosos. De segundo Nefi aprendemos que el diablo enfurecerá los corazones de los hombres. En nuestros días, en los días de la Restauración, el Señor le dijo lo siguiente a José Smith, tal como se registra en Doctrina y Convenios, 1, versículo 17: "Por tanto, yo, el Señor, sabiendo las calamidades que sobrevendrían a los habitantes de la tierra, llamé a mi siervo José Smith hijo, y le hablé desde los cielos, y le di mandamientos.” 6 La palabra que quisiera que recordaran ahí es la palabra calamidades.

Ahora, pongamos esas palabras juntas, peligrosos, calamidades — Bienvenidos a nuestros días. Este es el tiempo en el que ustedes están estudiando. Son los tiempos en los que están tratando de mejorar su educación. En los tiempos cuando hay grandes calamidades sobre la tierra.

Pero el Señor no nos dejará sin consuelo. En Doctrina y Convenios 45:32, El Señor dice lo siguiente: "Pero mis discípulos estarán en lugares santos y no serán movidos." 7 

Y en el versículo 35, Él dice lo siguiente: "Y les dije: No os turbéis porque cuando todas estas cosas acontezcan, sabréis que se cumplirán las promesas que os han sido hechas." 8

Permanezcan y estudien en lugares santos. Esa es la simplicidad de mi mensaje. Ustedes estudian en sus hogares. Me impacta el énfasis de permanecer en lugares santos. Una palabra sobre lugares santos sobre los que quisiera hablar. Sus hogares — no es el cemento ni el ladrillo lo que los convierte en algo santo. Es el entorno que ustedes crean en sus casas y en sus apartamentos lo que los convierte en santos. Podemos orar en nuestros hogares y podemos leer las escrituras. Podemos estudiar el currículum de Pathway, creando en nuestras casas y en nuestros apartamentos lugares santos.

Sus capillas, tal como este hermoso lugar y todas las capillas en Latinoamérica a las que ustedes asisten, donde nos reunimos no solamente para las reuniones de la iglesia sino para las reuniones de Pathway — estas capillas son también lugares santos. Cuando ustedes permanecen ahí y estudian ahí, ustedes invitan al Señor y al Espíritu Santo a sus vidas.

Lo último que quisiera mencionarles a ustedes en esta noche es acerca de la Casa del Señor, el santo templo. Tal vez de todos los lugares santos en los que podamos estar, el Templo es uno de los más especiales. El templo es uno de los lugares especiales para la educación y para Pathway. Recuerden, fue el Señor quien dijo que “la gloria de Dios es la inteligencia.” 9

Así que, queridos amigos, hermanos y hermanas, les doy mi testimonio en esta noche que no debéis ser turbados en estos días al permanecer de manera más frecuente en lugares santos. En BYU-Pathway, en la educación de la iglesia, tenemos la oportunidad de hacer todo esto.

Ruego que el Señor les bendiga en sus estudios y en sus esfuerzos para crear un entorno en donde puedan permanecer en un lugar santo. Y les prometo, en el nombre del Señor. que no necesitan estar turbados. 

Amo al Señor. Sé que Él es mi Salvador. Sé que Russell Marion Nelson es su profeta en la Tierra el día de hoy. Me siento honrado y agradecido de poder servir con mi compañero el élder Christofferson y se los recomiendo en esta noche. En el nombre de Jesucristo, amén. 

Élder D. Todd Christofferson: Me llama la atención que en esta noche tienen aquí dos apóstoles, dos miembros del Cuórum de los Doce, un miembro de la Presidencia de los Setenta, la presidenta general de la Sociedad de Socorro, y cinco autoridades generales más. Creo que o son muy buenos o muy malos. 

Seguramente muy buenos. Doy gracias a mi Padre Celestial por el privilegio que tengo de dirigirme a ustedes esta noche, de estar presente físicamente, personalmente, de propia persona con ustedes, y con los que se juntan con nosotros vía transmisión. Deseo agregar un fuerte Amén a los mensajes del élder Rasband y la hermana Johnson, mis compañeros. Es un privilegio estar acompañado esta noche por todos los compañeros que el hermano Brian Ashton mencionó.

Ante que todo, deseo expresarles los saludos y un mensaje de amor del presidente Russell M. Nelson. Como ustedes saben, la semana pasada cumplió su cumpleaños 99. No sé si alcanzaré yo ese cumpleaños y no sé de ustedes tampoco. Él ya está muy activo, alerto y con grandes deseos de expresarles a través de nosotros su amor, su aprecio, su gratitud por sus oraciones.

También, como se habrán dado cuenta, estamos con mensajes por parte del sistema educativo de la iglesia, específicamente el programa de BYU-Pathway Worldwide. Estamos en esta ocasión, yo y mis compañeros, en reuniones enfocándonos en el progreso y el futuro de este programa, qué podemos hacer para mejorarlo y hacer que llegue a todo el mundo que desea participar en cualquier país en toda la Tierra.

Hemos visto un progreso, un adelanto muy importante, muy impresionante. Espero que nadie piense que este es solamente un curso de inglés. Ya tenemos English Connect, que sí lo es, pero BYU Pathway Worldwide es mucho más y proporciona oportunidades para lograr ganar certificados y además, dentro de poco, licenciaturas también en varias materias, y en tres años en lugar de cuatro.

Así que va a proporcionar a todos que lo desean una oportunidad inigualable que no encontramos en otro lado de preparación y educación. Ahora, esta noche quisiera hablarles como una sola persona, o sea que me dirijo a ti, a cada uno personalmente. Así que voy a hablar de esa forma. Comienzo diciendo que tu educación es una preparación para una mejor calidad de vida, para ti y quizás, lo más importante, para aquellos que dependen de ti o que buscan tu ejemplo para guiarlos en sus propias elecciones. Es una preparación para una vida de servicio.

La educación es incluso una preparación para la eternidad, porque sabemos que cualquier principio de inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la Resurrección. Considera el ejemplo en el Salvador mismo. Los primeros 30 años de su vida fueron dedicados a la preparación para los últimos tres años cruciales de su vida. Vemos cuán importante y valiosa fue esa preparación para el éxito de su ministerio y misión.

El exentrenador de fútbol de BYU, LaVell Edwards, solía decir que en los deportes la gente a menudo habla de la voluntad de ganar, pero aún más importante que la voluntad de ganar, dijo, "Es la voluntad de prepararse.”

Muchos jugadores esperan ganar o quieren ganar, pero solo aquellos que hacen el trabajo y hacen los sacrificios para entrenar y practicar hora tras hora y día tras día, son los que se convierten en los ganadores. Ustedes están demostrando la voluntad de prepararse mediante la continuación de la educación y la formación, y los felicito por ello.

Ahora, necesitas recordar siempre que no estás solo en esto. Hay personas que te aman y oran por ti, tal vez hay algunos escépticos que te dicen que no puedes hacerlo o que por alguna razón no quieren que tengas éxito, pero no pueden detenerte. Hay más que te apoyan que los que no. Lo más importante es que tu Padre Celestial y tu Salvador te conocen y pueden concederte ayuda celestial, y te concederán. Haz de Dios tu socio.

En Navidad, cuando mi familia y yo volvemos a leer el relato de la Natividad de el Salvador, mi mente se centra en dos palabras que todos hemos leído muchas veces, "No temas." ¿Recuerdas cuando el ángel se le apareció por primera vez a María para decirle que ella sería la madre del hijo de Dios? Ella estaba preocupada, dice, pero el ángel rápidamente le dijo, "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.” 10

Más tarde, un ángel se le apareció a José en un sueño y le dijo, "José, hijo de David, no temas tomar a ti y a María, tu esposa, porque lo que es concebido en ella es del Espíritu Santo." 11 Cuando los ángeles anunciaron el nacimiento de el Salvador a los pastores de Belén, tenían mucho miedo, pero el ángel les dijo, "No temáis, porque aquí os traigo buenas nuevas de gran gozo.” 12

Este tema se encuentra en todas las escrituras. Por ejemplo, Pablo a Timoteo, "Dios no nos ha dado de temor, sino de poder, de amor y de una mente sana." 13

Es interesante la frecuencia con la que el Señor repite ese consejo en doctrina y convenios, sugiriendo que necesitamos escucharlo especialmente en nuestro tiempo, como ha comentado el élder Rasband. Por ejemplo, “el que pertenece a mi iglesia no debe temer,” 14 "No temáis hijitos, porque sois míos,” 15 “sed de buen ánimo y no temáis." 16

La declaración que me impresiona más fuerte es el tierno consejo del Señor a Joseph Smith y Oliver Cowdery un año antes de que se organizara la iglesia. Dijo, "No temáis a hacer el bien, hijos míos, porque todo lo que sembréis eso también cosecharéis. Por tanto, si sembráis bien, también cosecharéis bien para vuestra recompense." 17

Por lo tanto, no temas. "No temáis, pequeño rebaño. Hacer el bien, dejad que la tierra y el infierno se combinen contra vosotros, porque si estáis edificados sobre mi roca no podrán prevalecer. Mirad hacia mí en todo pensamiento. No dudéis, no temáis." 18 Entonces el Señor declara la razón última por la que ellos y nosotros no debemos temer.

Dijo, "Mirad las heridas que atravesaron mi costado y también las marcas de los clavos en mis manos y pies. Sed fieles, guardad mis mandamientos y heredaréis el Reino de los Cielos." 19 No debemos temer porque tenemos un Redentor. Si edificamos sobre su roca, nada puede dañarnos permanentemente o quitarnos nuestra felicidad final. Gracias a su expiación infinita podemos, con su ayuda, vencer todas las cosas.

Una de las maneras en que edificamos sobre la roca de Cristo es recordar y volver a comprometernos con Él cuando participamos en la Santa Cena. En el Libro de Mormón, Jesús nos manda a participar del pan partido en memoria de su cuerpo y beber el vino, el agua, en memoria de su sangre derramada por nosotros. 20

Luego añade, "Será testimonio al Padre de que siempre me recordáis. Si siempre me recordáis, tendréis mi espíritu con vosotros." 21 Añade, "Os doy el mandamiento de que hagáis estas cosas y que, si siempre hacéis estas cosas, benditos sois porque estáis edificados sobre mi roca." 22

El presidente Russell M. Nelson nos recuerda, "La alegría que sentimos tiene poco que ver con las circunstancias de nuestras vidas y todo que ver con el enfoque de nuestras vidas. Cuando el enfoque de nuestras vidas está en el plan de salvación de Dios, Jesucristo y su Evangelio, podemos sentir gozo, independientemente de lo que esté sucediendo o no sucediendo en nuestra vida."

"La alegría es un don para los fieles, es el don que proviene de tratar intencionalmente de vivir una vida recta, como lo enseñó Jesucristo. Cuando escogemos al Padre Celestial para que sea nuestro Dios y cuando podamos sentir la expiación del Salvador obrando en nuestra vida, nos llenaremos de gozo."

"Cada vez que nutrimos a nuestro cónyuge o guiamos a nuestros hijos, cada vez que perdonamos a alguien o pedimos perdón, podemos sentir alegría. Cada día que ustedes y yo elijamos vivir las leyes celestiales, cada día que guardemos nuestros convenios y ayudemos a los demás a hacerlo, el gozo será nuestro." 23
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Russell M. Nelson, “El gozo y la supervivencia spiritual,” Ensign or Liahona, Nov. 2016, 82, 84
Así las palabras del profeta.

Mis amados hermanos y hermanas, ruego a cada uno que sigas adelante en tu vida con fe, no con temor. No temas al futuro. Yo les digo que fuiste preordenado, fueron cada uno de ustedes preordenados para nacer y entrar en la Iglesia de Jesucristo en este momento, porque posees la capacidad a través de la gracia de Jesucristo de tener éxito en un mundo difícil y llevar a otros a Cristo.

A medida que construyas tu vida sobre la roca de Cristo y te esfuerces por hacer Su voluntad, vencerás y prosperarás de muchas maneras. Al volverse al Salvador en sus pruebas, llegarán a conocerlo, llegarán a conocer a Dios y hallarán consuelo en el Espíritu Santo, el Consolador.

Ahora, deseo leerles dos párrafos de las palabras del profeta, publicados en la revista Liahona en octubre del año pasado, titulado El convenio sempiterno. Él nos enseña algo, para mí fue nuevo, algo importante en cuanto a este mensaje que estoy tratando de enfatizar de aferrarnos a nuestro Señor y con Él salir adelante y sobreponernos sobre cada desafío.

Esto es lo que dijo el profeta. "Cuando hacemos un convenio con Dios, abandonamos el terreno neutral para siempre. Dios no abandonará su relación con aquellos que han forjado tal vínculo con Él. De hecho, todos los que han hecho convenio con Dios tienen acceso a un tipo especial de amor y misericordia. En el idioma hebreo ese amor del convenio de llama Jesed."

"Jesed no tiene equivalente adecuado en español ni en inglés. Los traductores de la versión renovada de la Biblia deben haber tenido dificultades para traducir Jesed. A menudo eligieron el término misericordia, el cual refleja en gran parte pero no en su totalidad el significado de Jesed."

"También se tradujo con otras palabras tales como compasión y benignidad, pero no son adecuados debido a que Dios tiene Jesed por nosotros. Por quienes han hecho convenio con Él, los amará, seguirá obrando con ellos y ofreciéndoles oportunidades de cambiar. Los perdonará cuando se arrepientan. Si se descarrían, los ayudará a encontrar el camino de regreso a Él. Una vez que ustedes y yo hemos hecho un convenio con Dios, nuestra relación con Él se vuelve mucho más estrecha que antes."

"Ahora estamos ligados en unión. Debido a nuestro convenio con Dios, Él jamás cesará en sus esfuerzos por ayudarnos. Nunca agotaremos su misericordiosa paciencia para con nosotros. Cada uno de nosotros tiene un lugar especial en el corazón de Dios. Él tiene grandes esperanzas en cuanto a nosotros." 24
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Russell M. Nelson, “El convenio sempiterno,” Liahona, Oct. 2022, 5–6


Hermanos, les hablo como alguien que sabe que Dios es su Padre y que Jesucristo es su Redentor. Él sí está viviendo hoy, un ser glorioso y resucitado. Él está dirigiendo la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días personalmente.

El Reino de Dios en la Tierra, todas las promesas de las que he hablado son verdaderas. La prueba es que Jesucristo resucitó. Doy este testimonio como uno de sus testigos e invoco su amor y bendiciones sobre ustedes. Cada uno de ustedes es infinitamente precioso para Él. En el nombre de Jesucristo, amén.